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CHAMPAGNE, VARIEDADES DE UVA

Vínculo entre un terruño y un método de elaboración ancestral

El Champagne es un vino de ensamblaje. Por lo tanto, pueden entrar en su composición varias variedades de uva y cada una de ellas aporta su rasgo de carácter, su firma.  Las tres variedades de uva más utilizadas en la denominación son chardonnay, pinot noir y meunier.

A finales del siglo XIX, los viñedos de Champagne todavía estaban plantados con una multitud de variedades de uva diferentes. Fue en esta época cuando nació un deseo colectivo de mejorar la calidad de los vinos de Champagne: se trataba principalmente de un trabajo de selección a nivel de variedades de uva, para conservar sólo las plantas más cualitativas. 

Así pues, se eligieron tres variedades de uva principales. Presentan un maravilloso equilibrio entre azúcar y acidez, ideal para la efervescencia, una riqueza y una sutileza de sabor, así como una buena capacidad para la toma de espuma.

La pinot noir

La pinot noir representa el 38% del viñedo de Champagne. Es la variedad de uva dominante de la Montagne de Reims y de la Côte des Bar. Es una variedad de uva precoz, lo que significa que madura rápidamente. Aprecia los suelos calizos y frescos.  Aporta cuerpo, potencia y estructura a los vinos de Champagne. Los vinos resultantes se distinguen por aromas a frutos rojos y flores (rosa y violeta).

La chardonnay

La chardonnay representa el 31% del viñedo. Es la variedad de uva reina de la Côte des Blancs. Es una variedad de uva vigorosa y precoz, especialmente adecuada para los terruños que reposan sobre la creta aflorante, como los de la Côte des Blancs.  Aporta una gran frescura al Champagne. Los vinos a base de chardonnay se caracterizan por aromas delicados, notas florales, de cítricos y a veces minerales. Es una variedad de uva ideal para el envejecimiento de los vinos.

La meunier

La meunier representa el 31% de las uvas cultivadas en Champagne. Esta variedad de uva vigorosa sufre menos las heladas que las otras dos, debido a una apertura más tardía de sus brotes. Por tanto, es adecuada para terruños más arcillosos, como los del Valle del Marne, y para condiciones climáticas más duras. Su nombre procede del color blanquecino del envés de sus hojas tiernas y brotes, que recuerda a la blancura de la harina. Aporta redondez a los vinos de Champagne. Proporciona vinos flexibles y afrutados que evolucionan un poco más rápidamente, y se caracterizan por aromas de frutos amarillos.

Las otras variedades de uva en Champagne

Aunque mucha gente piensa que los vinos de Champagne se elaboran exclusivamente a partir de las tres variedades de uva principales (chardonnay, pinot noir y meunier), ¡no es totalmente cierto! Hay otras cuatro variedades de uva autorizadas en la denominación que entran en la composición de algunos: arbane, petit meslier, pinot blanc y pinot gris. 

Sólo representan el 0,3% del viñedo, pero merecen que se les preste atención por sus características singulares. Estas antiguas variedades de uva, abandonadas durante un tiempo por ser algo caprichosas, han ido cobrando un renovado interés en los últimos años: de hecho, ofrecen nuevas posibilidades para los vinos de Champagne en materia de sabor.

Arbane: variedad de uva desconocida y curiosa, la arbane madura tarde y es difícil de trabajar: es sensible al mal tiempo y es difícil de prensar. Sin embargo, aporta una gran delicadeza al Champagne. Proporciona notas florales (espino y clavel) y afrutadas (melocotón de viña, manzana y membrillo).

Petit meslier: la petit meslier tiene racimos y uvas pequeños.  Es una variedad poco vigorosa, poco productiva y muy sensible a las enfermedades. Aporta al Champagne una nariz ahumada que se percibe en boca, así como notas cítricas.

Pinot gris: se trata de una prima, derivada de la pinot noir. Poco ácida, aporta a los vinos notas pronunciadas de frutos secos y humo… Tanto es así que en Champagne se la conoce como “l’enfumé” (la ahumada).

Pinot blanc: este otro miembro de la familia de las pinot es una variante de la pinot gris (¡y por lo tanto de la pinot noir!). Es más regular en producción que la pinot gris y madura más rápidamente que la pinot noir. Aporta a los vinos amplitud y potencia.

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